Si bien las estrategias de traducción dependen de muchos factores, es posible reconocer ciertas peculiaridades de las lenguas de trabajo que conviene tener en cuenta a la hora de trasvasar contenido de un idioma a otro. Así, en esta entrada se recogen algunas diferencias entre la lengua alemana y la española que son relevantes para la traducción.
1) El alemán tiende a ser nominal, mientras que en español se prefieren muchas veces las estructuras verbales. Esta es una regla de oro que se olvida con frecuencia. En la mayoría de textos alemanes abundan los sustantivos, lo cual no necesariamente ocurre solo en textos científicos. Además, parece que los alemanes sienten una especial debilidad por los sustantivos compuestos: les encanta aprovechar al máximo la capacidad creativa que ofrece el idioma. No es raro encontrarse a diario con palabros que pueden diseccionarse en tres sustantivos simples, tales como Roggenvollkornbrot («pan integral de centeno») o Eignungsfeststellungsprüfung («test de aptitud», aunque literalmente sería «test para determinar la aptitud»). El español, por el contrario, es un idioma mucho más verbal. No hay más que echarle un vistazo a la gran cantidad de tiempos verbales que tenemos para constatar su importancia. Por este motivo, lo que en alemán puede expresarse con un simple sintagma nominal, muchas veces en español precisa de un sintagma verbal. A continuación se muestra un ejemplo recurrente en textos publicitarios:
für Muskelaufbau = para ganar masa muscular
2) Por regla general, en alemán predomina la precisión espacial; en español, la temporal. Uno de los quebraderos de cabeza para los españoles que aprenden alemán es el uso de las preposiciones de lugar: auf, in, bei, an… En alemán se indica con exactitud el lugar de los objetos, mientras que en español tendemos a utilizar la preposición comodín «en». Así, al traducir una frase tan simple como Das Essen ist auf dem Tisch, lo más común en español sería decir «La comida está en la mesa», no «La comida está sobre/encima de la mesa», pese a que la segunda oración es gramaticalmente correcta. Por otro lado, en español se transmiten matices mediante las formas verbales que en alemán son irrelevantes, como la diferencia entre la acción principal de la oración (pretérito indefinido) y la mera descripción de una situación (pretérito imperfecto). El equivalente de ambos verbos suele ser el Präteritum en alemán. Esto puede observarse en el siguiente fragmento de Rotkäppchen («Caperucita Roja»):
Rotkäppchen schlug die Augen auf, und als es sah, wie die Sonnenstrahlen durch die Bäume hin und her tanzten und alles voll schöner Blumen stand, dachte es:
Caperucita abrió los ojos y vio cómo los rayos del sol bailaban de un lado a otro a través de los árboles y el suelo estaba lleno de flores bonitas. Entonces pensó:
3) La presencia de anglicismos. Esto no es aplicable a todos los géneros textuales, pero por lo general nos percataremos de que en alemán aparecen más anglicismos que en español. Los anglicismos cuentan con más aceptación entre los lectores alemanes que entre los españoles, por lo que sería un error conservarlos al traducir. Siempre que sea posible, habrá que emplear la forma española. Muchas veces basta con consultar las recomendaciones de la Fundéu.
4) Los signos de puntuación también se traducen. En numerosas ocasiones nos olvidamos de que, dependiendo del idioma, se emplean unos signos de puntuación u otros. En alemán, por ejemplo, es frecuente el uso de la raya para hacer incisos o añadir conclusiones, mientras que en español optaríamos por otros signos como la coma, el paréntesis o los dos puntos.
5) Vacíos léxicos. Como en cualquier otra combinación de lenguas, no son pocos los casos en los que nos encontramos con términos alemanes que no tienen equivalencia en español porque hacen referencia a realidades que no existen en España. En estos casos siempre se puede optar por la palabra alemana (calco), términos más generales, explicitaciones y hasta otros culturemas españoles, si nos decantásemos por una adaptación.
Stollen (calco)
dulce navideño (generalización)
bizcocho de Navidad relleno de pasas y recubierto de azúcar (explicitación)
turrón (adaptación)
Aun así, creo que en el ámbito de los alimentos, gracias a cadenas como ALDI o Lidl, cada vez son más los españoles familiarizados con los productos alemanes. Términos como Quark o Apfelstrudel han dejado de ser desconocidos para muchos consumidores españoles.